1 de marzo de 2013

Rodeados de Ridiculeces

Me siento a escribir una vez más, pero está vez, preocupada por los fenómenos virales de Youtube, que rebosan todo pronóstico de que vivimos en un mundo más evolucionado, con acceso a la educación y al conocimiento, a través de lo que llamamos "internet"; que para bien o para mal, nos dá la oportunidad de tener "el mundo a nuestro alcance".

El último trimestre del año pasado, comencé a escuchar comentarios de la gente que me rodea en el día a día, a leer tuits (tweets) y ver comentarios en Facebook, sobre un video que aparentemente estaba dando la vuelta al mundo, revolucionando con un nuevo estilo. La verdad, me preocupó estar ignorante en ese momento, de no saber de que me hablaban, a que se referían; pensé que verdaderamente no estoy al tanto de las noticias como yo pensaba (Que me estaba desactualizando). Sin embargo, cuándo al fin supe lo que significaba las tan nombradas y repetidas palabras de: "Gangnam Style"; dí gracias por ser ignorante, sí asimismo, como leen. Porque si ser ignorante, es ver con ojos críticos y repulsivos, tanta mediocridad y estupidez que nos rodea, pues seré ignorante entonces. 


Sinceramente, aún hoy en día, no logro comprender como una canción con un baile tan ridículo, la hicieran tan famosa y número uno en reproducción en YouTube. Cómo la gente, se ponía a imitar la coreografía, a descargar el video, verlo una y otra vez para aprenderse los pasos. Verdaderamente, fin de mundo, como diría alguna abuelita nuestra. Y que llegara al punto de recibir un premio a "Mejor Video", en los MTV Europe Music Awards, y un Record Guiness, con más "Me Gusta" en Youtube, sí que dá que pensar de la sociedad que habita este deteriorado planeta azul. Tratando de ser un poco objetiva, pues se debe reconocer y dar mérito al coreano que se ingenió esto, ya que siendo un ritmo pegadizo, canta en protesta o crítica al lujoso estilo de vida de una localidad, (Gangnam) de la ciudad de Seúl en Corea. Reconocer quizás que la calidad audiovisual, la producción y postproducción del video le hicieron merecedor del premio. Pero de allí, a ser un icono de referencia de nuestra humanidad, hay mucho trecho. Pienso como nos vería un visitante extranjero (supongamos un alienígena - para salir del contexto), si quisiera conocer nuestra cultura, civilización y avances, y lo primero que vea, es este video. Pues nos vería, quizás, como los conquistadores vieron a los indígenas, un ser inferior, atrasado, mediocre, inculto, y claro ignorante. Cosa por supuesto que no somos, ni fueron nuestros indígenas, (quiero pensar que realmente no somos) pero que por un simple hecho, nos catalogaría de ésta forma. 


Buscandole el lado más elocuente de la generación presente, me recuerda el famoso "Baile del perrito" y el "Baile del Mono", de Wilfrido Vargas, un merengue clásico de mi generación; pasando por el "perreo" del tan ordinario ritmo de Reggaeton. Será que algo en nuestro ADN primitivo, nos empuja a retomar conductas de imitación animal??? Porque los pasos de este coreano, en su baile, se ha denominado el "Baile del Caballo" o el "Paso del Caballo". Y como es una conducta de millones de personas, pasando desde famosos, actores y hasta políticos, puede ser ciertamente, un evento para analizarlo con detenimiento, quizás, sociológicamente; ya que es un patrón de conducta social, un fenómeno que nos envuelve y que puede ser un rápido auge de una cultura diferente. No lo sé con certeza, pero quizás también,pueda ser un patrón cíclico de generaciones. Quiero pensar, que por ello, es que gusta tanto esto hoy en día, así como gustó en mí época, los bailes del Dominicano Vargas.


Dejando ya de lado, al pobre (metafóricamente) cantante coreano; hace unos días, me vuelve a pasar lo mismo que describí al principio, comenzó a circular en las redes sociales unas palabras, alusiones y comentarios, que una vez más no entendía de que se trataba, y el tan hablado tema, es el llamado "Harlem Shake", otro fenómeno que raya en lo patético y ridículo de nuestra sociedad, otro bum de reproducciones virales en Youtube.

Videos que comienzan con la frase "con los terroristas", y una persona enmascarada (a veces), bailando sola, con personas que no le prestan atención, pero al cambio de ritmo, toda la multitud se une, con indumentarias o disfraces. Sencillamente, corto y estúpido. Pues este fenómeno se ha extendido rapidamente con gente imitando y sacando sus propias versiones, con más de 44 millones de visitas, increíble pero cierto.

Con esto, verdaderamente, es que se me acabaron las palabras de desconcierto, para expresar esta confusión que me embarga, sobre nuestros jóvenes, la generación de relevo y nuestros descendientes. Yo entiendo, que nos cause gracia, ver ridiculeces, meteduras de patas, caídas insólitas, gestos de niños haciendo morisquetas, situaciones vergonzosas, y que justamente todo esto, sea lo más visto en videos. Pero este, "Harlem Shake", roza ya de extremo, que nos cause gracia. Estoy afectada, por muchas noticias actuales que se leen a diario, da impotencia no poder cambiar el mundo, (aunque trato de poner mi granito), pero que sea noticia mundial este fenómeno tan pateticamente ridículo, no lo entiendo; hacia que futuro nos dirigimos? Estoy indignada, de la sociedad que me rodea, si continuamos así, pasaré de ser asocial, a antisocial. (Bueno, no tanto, estoy exagerando, pero la verdad, a veces, provoca)


Como ya me he desahogado, les dejo de reflexión mis comentarios, para que analicen esta situación desde su punto de vista. Sé que pude sonar exagerada y aprehensiva, pero es que, no encuentro las palabras suficientes para expresar mi molestia con este tema.



La juventud quiere mejor ser estimulada que instruida.
Goethe (1749-1832) Poeta y dramaturgo alemán.

Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas.
Albert Einstein (1879-1955) Científico alemán nacionalizado estadounidense.

15 de febrero de 2013

Entre Papas y Monjas

Nada mejor para inspirarse a escribir, que la noticia del siglo, la Dimisión/Renuncia del Papa. Los vivientes hasta ahora, seremos entre pocos quizás, los afortunados de conocer a tres ocupantes del trono de San Pedro; si así como lo ven, a tres en una misma vida, eso sí que es toda una noticia en sí misma, para contar a nuestros descendientes.

La verdad, y sin entrar mucho en el tema religioso, este Papa, no era como dicen por allí, santo de mi devoción, no me gustaba, no me simpatizaba,me daba escozor, coloquialmente hablando "mala vibra"; pero pese a mi percepción, creo que verdaderamente, hay que admirarle la acción y la fortaleza para tomar la decisión de renunciar a un cargo, que legendariamente se debe morir en él. Esto denota, que quizás, hay una gota de esperanza en este mundo cambiante y mezquino, con hombres ansiosos de poder a cambio de destruir y humillar. Podemos tener esperanza (es lo último que se pierde), al ver que una institución tan emblemática y cerrada políticamente, dé el primer paso para cambios progresistas y se abra un poco a la realidad mundial que la rodea. Los siglos han pasado, la gente ha evolucionado (para bien o para mal), los sistemas políticos han cambiado, hay diversidad de culto y pensamiento y podemos decir que todo gran cambio comienza de la manera más inesperada; es por ello, que está noticia dará mucho de que pensar a muchos, sólo esperemos que tomen ejemplo, y se den cambios donde deben darse.


Y hablando del Papa, que mejor que seguir la línea y hablar de las sumisas y solapadas monjas que están al servicio de "Dios". Mi punto de vista hacia la Iglesia, tiene mucho que ver con mi temprana percepción del mundo, a través de estás servidoras, las cuáles me dieron formación académica en primaria, y desde dónde comenzó mi reticencia en torno a esta institución llamada "Iglesia". La historia da comienzo, cuando ésta dulce niña de tan sólo unos siete u ocho años quizás, se encuentra con su primer dilema mental, cuándo al recibir clases de religión y biología, le surge un inquietante pregunta,(en realidad, varias preguntas) la cuál formula a su profesora de curso (por supuesto, una monja). La pregunta fue algo así: ¿Cómo es posible que Dios pueda vivir en el corazón de todas y cada una de las personas, si el corazón está lleno de sangre, y tiene arterías, y es importante para vivir? (Sí, lo sé, no fui una niña cualquiera). Yo sé hoy en día que es un poco complicado de explicar esto a una niña, pero creo que hay formas que se pueda ver y entender lo mejor posible, además, vamos a estar claros, que con una respuesta no tan coherente me hubiera conformado; y es allí, donde justamente, surge parte de mi malestar. Mi profesora, me salió con una terminología poco entendible, casi teología para mí, y en conclusión, su respuesta final, es que yo, debía hacer caso a lo que ellas me decían, sin cuestionar, ni dudar, creer y ya. Insisto, era apenas una niña, que seguramente con un explicación sencilla y no tan elaborada e impositiva, hubiera quedado contenta. Esto me dio mucha rabia (la imposición y obligarme a no preguntar), así que así fue el primer incidente que recuerdo.


Por cierto, escribir esto, me hizo recordar a mi madre, que cuándo le preguntábamos algo, que no quería responder o no sabía como responder, simplemente decía -- Porque sí, porque sí -- jejeje... (aún hoy día, es igual); pero es mi madre y nos acostumbramos a su respuesta, y ya sabíamos que quién nos daría la explicación respectiva era mi padre.


Volviendo al tema, mi segundo desengaño, fue en una visita a la tan misteriosa y enigmatica "Casa de las Monjas"; toda niña que haya estado en un colegio religioso, no me puede negar, las múltiples interrogantes con respecto a cómo viven, duermen y comen las monjas. Pues bien, yo no era la excepción. Como buena alumna que siempre fui, participaba en cualquier actividad extra (o mejor conocidos, como dar recados o hacer mandados), y así fue como un día, escogieron a unas cuatro niñas de mi curso, para ayudar a traer unos materiales de estudio, desde la casa de las monjas (que estaba al lado del colegio), hasta el despacho de la Directora. Antes de continuar, debo recordarles, que una de las virtudes y valores que nos enseñaban, era compartir y ser solidario, con el más necesitado (algo que por supuesto aprendí y aplico en mi vida diaria), y para ello, cada semana (creo que los viernes), nos solicitaban llevar algún tipo de comida no perecedera, para donarla a "los niños pobres"; se hacía una gran recolecta de comida en todos los salones, y sé le entregaba alguna cosa incluso, a compañeritas de mi clase, que sé, eran muy humildes y necesitadas. (A mí me encantaba participar, y me sentía bien, incluso cuando mi mamá recogía la ropa que ya no nos servía, yo misma iba a regalarla y  entregarla en manos de quién la necesitara). 


Hasta aquí, todo va bien, y continuando con la visita a la casa del misterio; resulta que como toda niña curiosa, queríamos inspeccionar el área, ver las habitaciones, o simplemente abrir cualquier puerta cerrada que se veía, sin ser descubiertas y con sumo sigilo. Y llegó el momento, nos dejaron solas en la sala o zona de estar, e inmediatamente, organizamos el grupo de asalto (jejejeje), una niña vigila si viene alguien, la otra pendiente de escuchar a la monja que nos guiaba y se fue a buscar el material que nos entregaría, y las otras niñas, se van abrir alguna puerta a ver que encontramos; y he aquí mi gran sorpresa, una de las puertas era una pequeñita capilla, con un altar para rezar, otra puerta, la cocina y finalmente la última puerta que pudimos abrir, era como un área de despensa o almacén de comida. Allí pude visualizar, a simple vista, desde botellas de vino, chorizos, jamones, enlatados y muchas cosas que para entonces eran como exquisiteces; cosas que muchas veces recogíamos en la recolecta, pero nunca llegó a "los niños pobres". Esta imagen se quedó grabada en mí, y nunca la pude olvidar, fue una decepción y mi cuota de creencia disminuyó un poco más. Pero no conforme con lo que ví, años más tarde, me atreví a preguntarle a un monja, (de manera muy sutil, como quién no quiere la cosa) y con la cuál tenía un poquito de confianza y era muy jovial; porqué necesitaban tener una habitación completa de comida y exquisiteces que no se comen a diario. La respuesta, fue más triste aún, me dijo que era necesario almacenar comida, para alimentar a toda la congregación de monjas que vivían allí y no estar saliendo al supermercado siempre (esto es lógico, claro, aunque nunca vi una monja haciendo la compra en un super) y lo segundo que me dijo, es que esas cosas generalmente, eran para prepararle la comida al "Padre de la Iglesia" (el cuál también vivía al lado del colegio, al lado de las monjas). En resumidas palabras, no supo explicarme, que siendo personas dedicadas al servicio, humildes, sin lucro, tuvieran en su despensa productos poco usuales, y lo segundo, que el Padre, comía muy bien, y eran ellas las encargadas de cocinarle y atenderlo. En fin, fue otro punto que me hizo pensar muchas cosas, que ya adulta comprendí.


Y la tercera decepción, fue en sexto grado, ya para pasar al bachillerato, cuándo se me ocurrió la grandiosa idea de formar una Cooperativa (de ocio, claro), con mis amigas y compañeras de clase más afin; la finalidad, era ahorrar cada semana un par de monedas, para luego los viernes, después de clases, ir todas al cine, a comer helado o pizzas y divertirnos juntas. Mi error, emocionarme con la idea y ser la autora intelectual y la que organizó todo; hicimos reunión de miembros, para nombrar una Presidenta, una Vice-presidenta y una Tesorera (para que guardara y contara el dinero), ya que debía ser, una verdadera asociación como lo habíamos estudiado en clases. Como no falta en ningún lado, siempre está la persona envidiosa, la chismosa o chibata y la que pelea con todos; en mi clase todo eso lo personificó una sola niña; la cuál, se enteró de lo que estábamos haciendo y pidió participar e integrarse. Como cosas de niñas, a ninguna le simpatizaba la susodicha, no la queríamos en el grupo, que era algo muy de nosotras y nuestra amistad, así que por votación, no la aceptamos. Pues menudo error, el que cometimos, la niña en cuestión, armó una pataleta tremenda, un melodrama, se lo contó a la profesora, se lo contó a la directora y de paso me amenazó e insultó. Obviamente, quebrantó la armonía de un salón de clases, y acudió la directora en persona a poner orden y ver que estaba pasando. (La misma directora que les comenté en la entrega pasada - Carnaval Infantil- ) Nos aguantamos un mega sermón de valores del compartir, de ser hermanas e hijas de Dios, de no menospreciar, etc, y hasta nos quedamos sin receso y salida al patio, esto fue toda la mañana encerradas en el aula de clase escuchando lecciones morales.


Yo, como Presidenta de mi Cooperativa, pues dí la cara y explique de que se trataba el mal entendido, que simplemente, era una actividad extra escolar, y que democraticamente se había formado, y que por votación, pues sólo lo integrábamos el grupo de amigas más allegadas. Con esto, se me vino el mundo encima, la directora, me dijo desde egoísta e individualista hasta rompe grupo para abajo, me amenazó con suspenderme unos días, luego de expulsarme, de llamar a mis padres, pretendió obligarme a integrar al resto de la clase en la Cooperativa, o que la debía disolver definitivamente, etc. Yo, firme con mi ideal, y segura que no estaba cometiendo ningún crimen, y que mis padres de hecho me apoyaban con la idea, y más aún, totalmente fija en mi posición, de que nada tenía que ver, reunirse unas amigas fuera del colegio, con el ambito de acción y normas del mismo, me mantuve en mi posición y negada a disolver nada. Como es de esperarse, hizo lo mismo con mis amigas, y todas, una a una, y bajo las amenazas, fueron renunciando a la Cooperativa, entre sollozos y lagrimas, la clase entera se dio por aludida y la directora aprovechó el momento para doblegarlas. Yo seguía firme, de pie, sin llorar ante semejante presión, recalcando que era una actividad que nada tenía que ver con mi clase, y que así renunciaran mis amigas, había integrantes del grupo de teatro donde estudiaba y seguiría la Cooperativa con ellas. La ya innombrable directora, con cara de superioridad, me dice que recurrirá a mis padres y expulsarme, que es una lástima que siendo tan excelente alumna, dé tan mal ejemplo y no acate las normas; yo seguía insistiendo con mucha seguridad, que aceptaba que llamara a mis padres, que no tenia problema porque ellos me apoyaban, y que si me expulsaba, igual ya el año, estaba finalizando y con mis notas, podía irme a otro colegio sin problemas. (Si, la rabia y la altanería en ese momento me dominaron y me convertí en una niña grosera, jejeje)


Finalmente, después de tanta lucha de palabras y resistencia a ceder, cansada de aquella presión mental y psicológica, se me salieron las lágrimas de indignación, rabia e impotencia. La citada directora ha exclamado muy sonriente: ¡ Ay, al fin te hice llorar ! ; se podrán imaginar mi reacción y la cantidad de pensamientos que fluyeron en mi cerebro en ese pequeño instante. Limpié mis lagrimas de un sólo golpe, cogí mi morral, y salí por la puerta del aula corriendo, la monja, me llamó, me gritaba, que aún no había terminado, que no me podía ir; pero ni caso que hice, me fui pensando en no volver. Creo que esto fue como un jueves, porque recuerdo no ir al día siguiente, y pasar varios días en casa, así que seguro fue un fin de semana; inevitablemente, tuve que volver el lunes, ya más calmada, pero tan molesta, que desde aquél día, hasta que terminé el año escolar, no le volví a dirigir la palabra a la directora, si me hablaba, sólo escuchaba, y no respondía, fue mi manera de protestar. Mis padres, me aconsejaron no dar trascendencia al asunto, (aunque molestos también) ya que pronto terminaba el año y saldría de ese colegio finalmente.


Y así fue, como se terminó de romper mi relación con las monjas y la institución de la Iglesia desde chica, no pude concebir, como una persona religiosa, se podía empecinar contra una niña, por el sólo hecho de obligarla a pensar y actuar de una manera, como todo lo que predican no lo aplican en sus vidas, y como lo que critican y recriminan de los creyentes practicantes, ellos mismos, lo padecen; como con sus sermones, no pueden ver él más allá de la situación que ellos mismos viven. Como la Iglesia, ha sido el mayor inquisidor de los pobres y libres pensadores, como han cometido los peores crímenes de la humanidad, en nombre de Dios, como han manejado el mundo a su antojo, por sólo las ansias de poder. 


En fin, esta narración fue sólo el primer eslabón para abrir mis ojos, luego, ya adolescente y universitaria, estudiando un poco más la historia y analizando hechos históricos, fue que terminé de desengañarme del todo. Por cierto, hace unos días leí un twuit, que decía algo así, como que las personas mientras más estudiadas y leidas son, menos cerca y creyentes de la Iglesia son. Es totalmente cierto, el conocimiento te abre la mente, te abre un mundo de sabiduría y raciocinio sin igual. Creo en una fuerza superior, que puede ser Dios, pero rotundamente, no creo en la Iglesia, ni en curas, ni monjas. Aunque sin duda, debo reconocer, que he conocido unas cuantas personas entregadas a la Iglesia, que son verdaderos misioneros y siervos de Dios, con una sincera vocación religiosa, buenos y nobles de corazón, y que igualmente, han marcado mi vida para bien y son ejemplares dignos de representar a tan desprestigiada institución. 


Hasta la próxima!!! 



Razonar y convencer, ¡qué difícil, largo y trabajoso! ¿Sugestionar? ¡Qué fácil, rápido y barato!
Santiago Ramón y Cajal (1852-1934) Médico español.







8 de febrero de 2013

Carnaval Infantil

Con motivo de que este fin de semana es Carnaval, aprovecho para recordar aquellos años cuando era niña, feliz y no estaba consiente de ello; aquellas celebraciones de estas fiestas que eran sumamente emocionantes para todo niño.

Lo primero que se me viene a la cabeza son las primeras y últimas fiestas en el colegio con motivo de esta celebración. Yo estudié la primaria en un recinto religioso, católico, de monjas, llamado "Sagrado Corazón de Jesús", en la ciudad de Los Teques. Mi madre que deseaba darme una buena educación hizo lo imposible para lograr que me dieran un cupo en tan prestigioso centro educativo, en pocas palabras, tuvo que ir a "ganarse la directora", para que me aceptarán, ya que los cupos eran limitados a personas de bajos recursos y sólo de los alrededores, y justamente para esa época ya nos habíamos mudado fuera del área que correspondía. Empero, como buena comerciante, mi madre logró su objetivo y me inscribió en Preescolar a mis 5 añitos. (Ojo, ya yo estaba estudiando desde los 3 años en otro colegio, algo poco usual para esa época). Recuerdo muy bien aquella monja-directora, era muy alegre, jovial y de buen carácter, querida por toda la comunidad de padres y alumnos; y la recuerdo aún más justamente por las fiestas de carnaval. Organizaba lo que denominábamos verbenas, donde se instalaban puestos de comida, todas las niñas (era un colegio sólo de chicas) nos disfrazábamos con cualquier cosa, no tenía que ser un disfraz completo, elaborábamos nuestras propias máscaras con escarcha o purpurina, había juegos, carreras, cotillones, música y alegría por todas las instalaciones del colegio. Era un sin fin de emociones en estás fechas. inclusive recuerdo que hasta se hacía dos días, quizás un viernes y el sábado, porque los padres también se divertían en la verbena.

Esta emotividad sólo duró un par de años para mí, porque ya en Segundo grado, cambiaron la directora y asignaron a la "Hermana Yajaira", un monja que me dejó marcada en mi vida de primaria (eso es anécdota de otro escrito posterior), un persona de cara larga, de mal carácter, un poco amargada, gritona, y muy imponente; resumiendo era una dictadora. Lo primero que recuerdo de su llegada, es justamente anular toda celebración ligada a fiesta, verbenas y carnavales, alegando que esas costumbres "paganas", de adoración al rey momo, y alborotos, no eran propios de la comunidad católica del colegio, y hasta allí llegaron los disfraces, no permitió llevar máscaras, ni nada alusivo a esas celebraciones; fue un poco decepcionante ver como el viernes antes de carnaval todos los niños de los demás colegios armaban un fiesta y se disfrazaban y en mi colegio nada de nada, más nunca. Y hasta allí llegó la alegría de ir al cole en carnavales.

Ahora bien, y cambiando de ambiente, recuerdo los Carnavales, de ir a Caracas, a ver los desfiles y caminar por Sabana Grande disfrazada, lanzando papelillos, serpentinas y comiendo pollo y un helado de Arturo´s, luego visitar a mi padrino Rodrigo, que tenía un apartamento-estudio, justo al frente del boulevar y quedarme viendo por la ventana hasta el anochecer a la gente caminando con sus hijos disfrazados y disfrutando un día de festividad. Recuerdo también, alguno de esos días, ir a patinar al Parque del Este, aprovechando los días festivos, y que mis padres no tenían que trabajar. Recorrer el parque viendo los animales, y luego sentarnos bajo un árbol, con la grama verde, y armar un picnic.

Al pasar los años, y ya más grande y con mis hermanas en este mundo, nuestras celebraciones de Carnaval variaron desde ir al club hasta paseos a playas. En el Cub se organizaban fiestas de disfraces, música y regalos, y la que más recuerdo, es cuando estaban de moda las Payasitas NiFU-NIFA, y fueron a dar un concierto, era la primera vez, que veía a alguien famoso tan de cerca, jejejeje. La pasé de maravilla con mi disfraz de Gitana. Y hablando de famosos, siempre era usual ver algún que otro artista en la piscina del club, por ejemplo, a "Los Fantasmas de Caribe", a una de apellido Selfatty, a Flor Núñez y su esposo, y algún actor de la novela del momento, jijiji. Casi adolescente, también fui coronada como la Reina de Carnaval del Club, una vivencia muy entretenida y la cual disfruté al máximo, aunque no del todo, porque mi hermanita pequeña, no ganó como princesita, ya que no se vería bien, dos hermanas reinas al mismo tiempo. (Experiencia que ella tampoco olvida) :-(

Entre algunos de los disfraces que recuerdo utilizar, fue de conejita con las orejas caídas (porque mi mamá se le olvido hacerlas levantadas), de hada madrina de color azul claro, de reina con capa, con corona y cetro, de vaquera, de hippie, de gitana por supuesto, y no recuerdo más. Los personales de moda siempre fueron el zorro, batman y robin, la mujer maravilla y bati-chica; por cierto, personales que ya han ido desapareciendo de los típicos disfraces, para dar paso al hombre araña y las princesas, supongo. En fin, las épocas pasan, los recuerdos van quedando relegados, y esas fiestas tan emotivas, ya pasaron a ser los anhelados días festivos para irse de vacaciones o de paseo algún lado para escapar del trabajo y la rutina, los disfraces ya no serán lo mismo, ni la misma emoción portarlos. Nos hacemos adultos y el carnaval ya pierde su esencia, por ello, recordar lo sentido de niños y lo vivido quedará guardado en el baúl de nuestra memoria, y si queda tiempo para contarlo a otras generaciones.

Hasta la próxima!!!

Recordar nos hace jóvenes; olvidar nos hace viejos.

Chateaubriand (1768-1848) Diplomático y escritor francés.

2 de febrero de 2013

Los Sueños

Tengo tantas cosas que quiero escribir, que la verdad no sé bien por donde empezar, es difícil organizar las ideas cuando andan libremente y sueltas por allí y no se dejan atrapar para colocarlas en fila india, jejeje... así que para continuar y empezar por algo,voy hablar de "Los Sueños", los anhelados, los del subconsciente al dormir y los hechos realidad.

No sé bien si soy una persona especial o muy particular,  pero si algo recuerdo desde que tengo uso de razón es que yo sueño muchísimo cuando duermo, es impresionante, y lo mejor de todo, es que recuerdo la mayoría de mis sueños (claro apenas me despierto, luego se van desvaneciendo), recuerdo detalles específicos, como colores, formas, frases, texturas, sabores y sensaciones. Es tanto así, que al despertar le cuento la historia a mi esposo, y siempre me dice lo mismo, que parece una película sin final, jijijiji, que como es posible que narre tantos detalles, si los sueños son cortos y los míos parecen interminables. La verdad yo tampoco lo entiendo mucho, a lo largo de mi vida, he intentado leer 3 veces a Sigmund Freud y su "Interpretación de los Sueños", pero la primera vez, creo que era muy joven y el vocabulario algo complejo, así que en la universidad lo retomé, pero con los estudios y el poco tiempo que le dediqué al libro, no entendí nada tampoco, y la última fue hace unos meses, pero me volvió a parecer muy enredada la lectura, sí entendí y comprendí algunas cosas, pero la forma de la narrativa es confusa a mi parecer, va para delante y para atrás y te pierdes en el cuento. Así que desistí y abandoné el intento de entender mis sueños del subconsciente.

Cuando se es niña, se tienen infinidad de sueños, anhelos y todos consientes, así que serían como soñar despierta; recuerdo la ilusión que me hacía pensar comenzar clases cada año en el colegio; cuando se acercaba la fecha, ya me estaba imaginando como forrar los libros y cuadernos, estrenar uniforme y morral o bolso; y hablando de esto, tengo un recuerdo poco grato, ya que mi papá, con toda su buena intención, me compró un maletín tipo ejecutivo, en cuero, muy bonito (aunque para mi no lo era en ese momento), para llevar mis libros al colegio, cuando yo lo que deseaba era un morral de cargar a la espalda común y corriente como lo tenían mis compañeras, yo parecía una mini ejecutiva (la verdad me veia bien,jejej), pero yo odiaba cargar ese maletín a un lado, y lo peor del cuento es que me duró casi 3 años de mi primaria (estaba intacto, como nuevo), hasta que me revelé y como estaba a punto de entrar al bachillerato, convencí a mi mamá para que me lo cambiara, jejejeje.
Continuando, y para no desviarme mucho, esa ilusión de inicio de clases, aún hoy, la sigo teniendo para todo lo nuevo, para lo que voy a iniciar (este blog, por ejemplo), para mi primer día de clases del post-grado, para mi primer día de un trabajo nuevo, para un viaje o un paseo a un lugar desconocido, hasta para lo que he aprendido en la cocina, la ilusión de preparar una receta nueva; en fin, recalco esto porque, lo cierto es que los sueños de infancia son los mejores, se tiene todo el mundo a los pies, y creemos que todo es posible, con el tiempo está ilusión se va perdiendo, vamos creciendo, madurando, y entrando en la fase de adultos, y nos olvidamos de esos sueños; pero la verdad es que siempre deben acompañarlos, debemos recordarlos, que nos marquen el destino, que formen parte del día a día, y sólo así, ya grandes, se harán o los podemos hacer realidad.

Recuerdo ahora, que cuando estudié teatro de niña, ya tenía el sueño de escribir cosas, y presente a mi profesor de teatro un guión para hacer una obra, era un cuento sobre los seres humanos y los animales (la idea central me la dio mi padre), pero yo hice el guión, con los diálogos y las escenas donde se desarrollaban. (Por cierto, donde habrá quedado ese escrito?) La historia era más o menos un intercambio de roles, algo así como si fueran los humanos encerrados en jaulas y los animales quienes los sometieran y maltratarán, haciéndoles ver lo crueles, injusto e inhumanos que somos los seres evolucionados con ellos; (sí, ya sé, ya hay pelis de eso, jejeje) al final los humanos aprendían la lección y se llegaba a la conclusión que las armas tampoco eran necesarias para convivir en el mundo, y la escena final, era un desfile militar, pero con flores en lugar de armas y en armonía con los animales. Reflexionando aquí, me doy cuenta que desde muy chica, ya mi mente volaba bastante,jejeje, y anhelaba cambiar al mundo y vivir mejor. Y hoy veo, que en el fondo, esta historia, es parte de mi motivación para las decisiones que he tomado a lo largo de mi existencia. (Otro tema para luego)

Otro sueño de infancia, fue entrar y pertenecer a la coral del colegio, me gustaba el lazo azul de corbatín y el lazo en el cabello, aquella simetría en uniforme y estaturas para cantar; así que hice pruebas, y casi que supliqué al profesor que yo quería pertenecer a ese grupo, y como era buena estudiante en todo, pertenecía a la Sociedad Bolivariana, era patrullera, era la mayoría de las veces la presentadora de los "Lunes Cívicos", supuse que también cantar se me daría bien; y entré a la coral. Algo paradójico hoy en día, ya que no tengo ni voz, ni oído musical para nada. Pero siempre me llamó la atención la música, escucharla y ver como alguien era capaz de tocar un instrumento y cantar. Así que si analizó este pasaje de mi vida, entiendo porque tuve algún novio, que tocaban guitarra, batería, piano o cuatro; y comprendo quizás que ésta fue la razón más emblemática y a la vez subconsciente, de porque me enamoré de mi esposo, un artista innato en varios sentidos, me conquisto con una guitarra y cantando canciones de "Los Enanitos Verdes". A pesar de que no canto ni la zona, ni los pollitos, al menos encontré quién me escuchara cantar en la ducha, jejejeje... 

Son muchos los sueños que he tenido, y no creo que me alcancé describirlos en un sólo texto, y analizarlos como esos sueños de infancia y juventud, de alguna manera han estado siempre presente y como se han hecho realidad en mi futuro (presente, ahora). Les conté anteriormente que de niña tenía un cuaderno de versos y poemas de amor, yo era muy romántica y me ilusionaba el romanticismo, aunque nunca fui muy buena para expresarlo yo misma; pero me encantaba leer al respecto y copiaba frases célebres del amor. Confieso también que, aunque tuve algunos novios, nunca me enamoré de ninguno (lo que llaman amor en la adolescencia), me encantaba la idea que encerraba lo romántico, que me conquistarán llevando rosas, mandando cartas, invitando a comer, largas conversaciones, salir a pasear, etc; lo clásico en mi época y en la de mis antecesores (porque veo que hoy día, eso ya no se lleva. Que triste!!!) Pues bien, guardaba todo lo que me escribían los chicos, tarjetas, cartas, poemas, notas (aún las tengo en una caja de recuerdos), y siempre aspiré encontrar un joven muy romántico en todos los sentidos, y no crean, no fue fácil, hube de besar muchos sapos para encontrar mi principe, jejejeje. Lo cómico de este sueño es que yo no lo encontré, fue él quién me buscó, (esta historia se las cuento otro día) porque él también buscaba el romanticismo y cuando uno está conspirando contra el mundo, el mundo conspira contra uno. Es así como, tengo a mi lado esa parte de mi sueño de infancia, un hombre enamorado y romantico, que cada día es más especial y hace que el anterior sea insignificante; que de los nueve años que llevo a su lado, puedo decir con absoluta certeza, que realmente "Me enamoré" y mi sueño se hizo realidad.

Hasta la próxima!!!

"Tengo un sueño, un solo sueño, seguir soñando. Soñar con la libertad, soñar con la justicia, soñar con la igualdad y ojalá ya no tuviera necesidad de soñarlas". Martín Luther King Jr.

1 de febrero de 2013

3 años

Justamente hace un par de días, cumplí ya tres años de haber llegado a vivir a este país, territorio para mí desconocido totalmente; y aprovecho la oportunidad para contar un poco como fue esa experiencia desde una perspectiva general.

Hace tres años que decidimos mi esposo y yo, dar un giro a nuestras vidas, experimentar un cambio y vivir en otro país; muy lejos de nuestra tierra natal, tierra donde nacimos, crecimos y nos educamos para ser lo que somos hoy en esencia. Los motivos que nos impulsaron a tomar esta decisión tan difícil por una parte y tan fácil por otra, la contaré en otro momento. Por ahora, sólo puedo empezar por narrar el impacto visual y psicológico que me produjo el pisar el viejo mundo.

Para que se hagan una idea, mi vuelo fue de Caracas a París y luego a España - Vigo; por lo cuál lo primero que conocí de este continente y quién me dio la bienvenida fue la ciudad del amor; el sólo hecho de llegar al Aeropuerto es toda una experiencia, bajar del avión y tomar un metro de una terminal a otra, ya en sí solo es alucinante para alguien que nunca había visto algo tan grande, tan moderno y tan minuciosamente decorado, es decir, pensaba que era un simple aeropuerto grande, pero es más que eso, era EL AEROPUERTO. Tan ordenado todo, tan pulcro, que los baños parecen de hotel 5 estrellas, los agentes de aduanas te piden permiso para requisarte la maleta, lo hacen con sumo cuidado de no desordenarla y antes de meter la mano por una esquina preguntan si hay algo delicado que se pueda dañar, ahhh!!! y todo con guantes plásticos por supuesto. Yo estaba más que anonadada con todo lo que me estaba aconteciendo en ese momento, pensaba dos cosas: o le simpaticé a los agentes o estos franceses si son exquisitos y delicados, pero no era ninguna de las dos opciones, era que es un trato normal para cualquier pasajero y más si es turista. Y allí mismo fue cuando me hice la primera pregunta ¿POR QUÉ?.

Tuve el placer y a la vez el disgusto de dar una vuelta por la gran ciudad del amor, París, París, la cuna de la moda y las películas más emblemáticas, la ciudad de la Revolución Francesa; y digo el placer porque la verdad lo es, te sientes por unos momentos dentro de una escena de cine, sientes como caminas a través de la historia por cada esquina que pasas; y digo disgusto porque fue un paseo muy corto, ya que sólo fueron unas horas y debíamos regresar a embarcar nuestro próximo vuelo y destino final. Me quedé como cuando le quitan un caramelo a un niño de la mano, que ya lo abrió y lo probó, pero que no supo bien cual era el sabor o que había en el centro. Pues así me quedé yo, con ganas de más, de poder apreciar e involucrarme en la ciudad que me generó un mar de sensaciones; quizás exagero, pero creo que es lo que se siente cuando se ve algo por primera vez.

Llegó el momento de desembarcar en nuestro destino, Vigo, ciudad-puerto, pequeña, en comparación con una gran ciudad capital, pero indiscutiblemente mágica para nosotros. Y vuelvo con la primera impresión (que muchas veces es la más recordada en cualquier circunstancia), los agentes de aduana, eran igual de educados y delicados con el equipaje, al punto que tuvimos que dejar parte de las maletas allí, para retirarlas en un par de días luego de declarar a Hacienda los equipos y aparatos que trajimos; el susto cuando nos dijeron que debían quedarse allí fue inminente, pensamos muchas cosas: las van abrir,  robar los equipos, todo lo malo por experiencia sabemos que les podia pasar. Sin embargo, nos garantizaron que todo estaría bien, que no habría problema, y rezando a Dios se las encomendamos. A los 3 días volvimos con el papeleo listo y rezando igual, encontrar todo bien, y la sorpresa mayor fue encontrarlas en la exacta posición como las dejamos (los que me conocen saben que con eso soy un poco maniática), ni las habían movido, ni tocado, nada de nada; y volví a preguntarme ¿POR QUÉ?

En fin, continuando, al llegar a esta ciudad me impactaron varias cositas a simple vista, por ejemplo, el cruce de peatones (paso de cebra), literalmente te puedes lanzar a la calle, que cualquier carro que venga debe parar y darte paso, esto fue un verdadero proceso de aprendizaje para mí, porque la costumbre de ver y no lanzarme si viene cerca no se me quitó hasta unos cuantos meses después. Ver en la noche el equipo de limpieza de las aceras, no sólo barriendo sino también con agua y manguera, pero lo más asombroso para mí fue verlos trabajando con lluvia y después de llover, cuando se supone que ya le cayó agua y la limpió, ellos igual la limpian. Cualquiera de mi tierra natal, pensaría, -- que bobos limpiando algo que ya esta limpio--,pero sí, así mismo es. Otra cosa que me encantó ver y que sigo disfrutando como nadie, son los buses (autobuses de transporte público - para los vigueses "Vitrasa"); nuevamente muy ordenados, limpios y modernos (casi un metro bus, pero mejorado). Paradas debidamente señalizadas, con listado de los buses que pasan por allí, hora y ruta que llevan, y las más concurridas con un panel electrónico que indica en cuanto tiempo pasará la línea que esperas; y la puntualidad "casi perfecta", si dice que pasa a las 8:25, pues allí estará. Pagas con una tarjeta de chip que recargas en los cajeros y así el pasaje es más económico y puedes hacer hasta 3 transbordos con un único pago.

En fin, todo esto fue nuevo para mí desde muchos puntos de vista; ver como cosas tan simples y rutinarias como coger un bus, ir al baño o caminar por la calle, resultaron ser toda una nueva experiencia gratificante y nada estresante como estaba yo acostumbrada en mi país. Suena quizás a reproche, pero no lo es, es todo lo contrario, es indignación, molestia, rabia y hasta decepción; de saber todo lo maravilloso que es el lugar donde nací y que no pueda ser ni un poquito dignificante para sus habitantes. ¿POR QUÉ? Por qué no tener más calidad de vida, calidad humana y calidad emocional, para sentir, cuidar, trabajar y proteger lo que nos da la naturaleza. Ya sé que esto es muy filosófico, y es un tema profundo de discutir (algo que no es la idea hoy), pero cuando tienes la oportunidad de ver o sentir otro mundo, otra gente, entiendes que hay otra forma de vivir, que sí se pueden hacer grandes cosas, que todo se puede mejorar, es cuestión de querer, aprender y valorar, verbos que he asimilado con gran orgullo y ahora siento que soy una persona más evolucionada, que he crecido humanitariamente y veo el mundo diferente. Sabias aquellas palabras que dice : "Todo depende del cristal con que se mire"; y es así, no le puedes pedir a un ciego que te describa la forma y color de una flor, pero quizás él, si sabe bien, que es un flor y es capaz de detallarte su aroma, textura, y belleza sin poderla mirar. Se los dejo de reflexión.

No quiero hacer esto más extenso, pero la misión de este escrito, era transmitir el conjunto de sensaciones y pensamientos que empezaron a rondarme cuando llegué aquí. Un conjunto de ideas encontradas que poco a poco fui separando y dando forma a lo largo de estos tres años.

Hasta la próxima!!!

"La constancia vence, lo que la dicha no alcanza"